Jardineros Profesionales
Cuidados del romero en maceta

El romero es una planta que se mantiene bien con pocos cuidados, en una maceta adecuada a su tamaño, un sustrato ligero y regando lo justo.
Entonces, ¿se planta y se deja a su suerte? No, de ninguna manera, pero tampoco hay que pasarse con los cuidados, ya que se trata de una planta muy rústica a la que no le gustan los excesos.
A lo largo de este artículo te iremos explicando principalmente lo que debes evitar para no estropear tu planta, pero también algunas atenciones que deberás proporcionarle cada cierto tiempo.
Poco riego
Es una planta que no necesita mucha agua para mantenerse saludable. Es preferible regarlo de menos que de más.
Regar lo necesario para humedecer todo el sustrato de la maceta pero sin que llegue a gotear por debajo, y si lo hace que sea muy poco.
Dejar que la tierra se seque entre riegos. Según el tamaño de la maceta, la composición y estructura del sustrato, el lugar donde lo tengamos, el tamaño de la planta y la época del año ,podrá retrasarse más o menos el riego.
En caso de duda, es mejor regar un poco que esperar demasiado y que muestre signos de marchitez.
Mucho sol
El romero no es muy exigente en cuanto a temperaturas altas pero sí necesita una buena exposición solar.
Hay que situarlo en la ubicación más soleada posible y, cambiarlo de lugar cuando sea necesario, para aprovechar mejor la luz.
Algunas referencias indican que el romero necesita entre 6 y 8 horas de sol directo. La experiencia nos dice que esta necesidad no es tan estricta ya que en nuestra región los días soleados son escasos y nuestro romero no muestra ningún síntoma de falta de sol.
Renovación del sustrato
Una vez al año ―a principios de primavera― es necesario reponer el sustrato agotado.
Para ello, se saca el romero de la maceta y se rasca el exterior del cepellón para que caiga una parte del viejo sustrato.
Las raíces externas quedarán a la vista por lo que se puede aprovechar para sanearlas si fuera necesario.
Una vez limpio se planta de nuevo en la maceta aportando un nuevo sustrato.
Si se quiere pasar a una maceta más grande, para que pueda seguir creciendo, éste es el momento idóneo. De lo contrario será necesario realizar un buen saneamiento (poda) de las raíces externas más gruesas y otra poda de similar intensidad en el follaje.
Poco abono
El romero es un arbusto rústico, no requiere sustratos muy fértiles, de hecho los pobres y ligeros son más apropiados para esta planta.
No debe abonarse como si fuera una planta de flor o una hortaliza, realmente no lo necesita. Si utilizas un sustrato universal es suficiente, no tendrás que añadir fertilizante o abono.
Riesgo de heladas
Si se prevén heladas ―temperaturas inferiores a -1°C― se deberá proteger el romero, bien llevándolo al interior de la vivienda, a un invernadero o tapándolo con una malla anti-heladas.
Si la temperatura no baja mucho de 0°C, y el romero está resguardado al abrigo de un muro o árbol de mayor tamaño, es posible que no sufra daños aunque no se tomen medidas extraordinarias para protegerlo.
Es importante no abonar el romero a partir de mediados del verano, para evitar que salgan nuevos brotes que resistirán peor las heladas.
Tampoco se debe podar este arbusto cuando hace mucho frío, ya que al quedar más desprotegido, se volverá menos resistente.
Fuente: https://www.mundohuerto.com