Jardineros Profesionales
Cuidados de las hoyas

Hay quien piensa que la hoya es una planta difícil de cultivar y no se atreve a comprarla, hay quien la tiene pero no se le da bien. La realidad es que con unos conocimientos básicos de sus cuidados, las hoyas son plantas de interior no demasiado exigentes, que crecen con vigor y florecen sin parar año tras año. Si quieres conocer mejor estas interesantes plantas, sigue leyendo y aprende a cuidarlas.
Hoya es un género de plantas que agrupa más de 200 especies naturales diferentes y numerosos cultivares obtenidos por la mano del hombre. Son plantas tropicales de porte trepador que, por su resistencia y perfumada floración durante los meses cálidos, conquistan a muchos jardineros y aficionados a las plantas. Entre las más populares se encuentran la Hoya carnosa, también conocida como flor de cera, y la Hoya australis.
¿Dónde cultivar una hoya?
Las hoyas proceden del norte de Australia, América, las islas del Pacífico y algunas partes de Asia, por lo que crecen bien en zonas tropicales y subtropicales. Se pueden cultivar sin problemas en regiones con inviernos templados, o incluso en lugares fríos si se pueden proteger de las fuertes heladas y exponer al sol durante la temporada cálida. Hay muchas variedades distintas de hoyas y algunas son más adecuadas para unas regiones que otras. También son perfectas para cultivar dentro de casa si reciben luz y humedad suficientes.
Como son epífitas, las hoyas tienen raíces pequeñas, ya que en la naturaleza viven en lo alto de los árboles y se alimentan de la materia descompuesta que encuentran en las copas. Al tener poca raíz son ideales para cultivar en macetas y no se resienten por permanecer mucho tiempo en un pequeño contenedor. Pero es de vital importancia que el sustrato drene muy bien, porque el agua estancada en las raíces puede provocar que se pudran y la planta muera.
Las hoyas crecen emitiendo tallos largos y vigorosos que, con el tiempo, agradecerán un enrejado o tutor por el que enredarse. Algunas tienen raíces adventicias en los tallos y se agarran con mayor facilidad, pero la mayoría tienen zarcillos largos, con pocas hojas, que también le sirven para aferrarse a cualquier soporte que tenga cerca.
Para estimular la floración es conveniente abonar a principios de primavera con un fertilizante orgánico que, además de proporcionar nutrientes, contribuye a mejorar la estructura del suelo.
Cuidados y necesidades de las hoyas
Luz
Las hoyas requieren algo de luz solar para florecer, pero deben protegerse de la fuerte insolación del verano. El sol de la mañana o los rayos filtrados por los árboles son ubicaciones ideales, aunque también pueden dar flores en una sombra muy brillante, como la de un patio muy luminoso, donde estará más protegida si el clima es muy cálido. Si se cultiva dentro de casa, lo mejor es ponerla cerca de una ventana orientada al sur o al este. El sol directo de la mañana le irá muy bien, pero no conviene que reciba el del medio día o la tarde porque puede ser excesivo.
Riego
Por su procedencia, las hoyas requieren veranos húmedos e inviernos más secos. Riega con abundancia en los meses más cálidos y disminuye conforme bajen las temperaturas. Durante los meses de invierno necesitarán poca agua, incluso nada si están en el suelo y llueve suficiente. Son plantas de hojas algo carnosas que pueden almacenar agua en sus hojas. No hay que pasarse con el riego, es mejor quedarse corto que ahogarlas. Durante primavera y verano se riegan con regularidad para mantener el sustrato ligeramente húmedo. En otoño e invierno iremos regando menos, dejando que el sustrato llegue a secarse por completo antes de regar otra vez.
Temperaturas
Las hoyas son plantas de origen tropical o subtropical y no toleran el frío. Las especies que proceden de hábitats a mayor altitud pueden soportar algunos grados menos, pero lo mejor es cultivarlas por encima de los 10ºC. La Hoya carnosa es una de las especies más comerciales y eso se debe a su mayor resistencia. Esta especie puede sobrevivir con temperaturas más frías, su límite ronda los 3ºC. Por otra parte, también es una de las que mejor aguanta la falta de agua.
Humedad
Las hoyas están acostumbradas a vivir en lugares con humedad moderada o alta, ya que en su hábitat de origen soportan fuertes lluvias durante gran parte del año. Si la cultivas dentro de casa ten cuidado con la calefacción porque reseca mucho el ambiente.
Abonado
Para que las hoyas florezcan bien hay que proporcionarles un aporte de nutrientes. Conviene abonarlas antes de la temporada de floración con un abono orgánico y repetir mientras están floreciendo con un fertilizante líquido con alto contenido de potasio. Mira el post que escribimos sobre los abonos para saber cómo se indican los valores de los nutrientes.
Floración de las hoyas
Los racimos de flores de las hoyas son el gran atractivo de la planta, por su interesante aspecto ceroso y su dulce fragancia. La gama de colores es muy amplio y abarca diferentes tonalidades de blanco, rosa y amarillo. La floración aparece durante los meses más cálidos del año: de primavera a verano. Las flores se forman en el extremo de pedúnculos que salen del tallo y no hay que cortarlas cuando se marchitan, porque de ellos emergerá una nueva inflorescencia año tras año.
Poda
Esta planta no requiere poda pero emite tallos largos y vigorosos que puedes cortar para mantenerla con un tamaño manejable. También puedes cortar las que consideres que afean la planta y debes eliminar las ramas muertas. Lo que nunca se corta son los pedúnculos de las flores marchitas, ya que son los que producirán nuevas flores la próxima temporada.
Multiplicación
Las hoyas se pueden multiplicar por semillas y por esquejes. La primera opción es complicada para un aficionado, por lo que es más recomendable el esquejado. Para conseguir una planta nueva se corta un trozo de rama con uno o dos nudos que se sumergen en agua o se entierran en sustrato limpio. Para que un esqueje enraíce es importante mantener un grado de humedad ambiental alto. Para ésto puede ayudar cubrir el esqueje con una botella de plástico a la que se le corta la base, o una bolsa de plástico sujeta con unos palos a modo de invernadero.