Jardineros Profesionales
Cómo y cuándo trasplantar un olivo

El olivo ha sido, y sigue siéndolo, un árbol apreciado por griegos, romanos, árabes y otros pueblos mediterráneos. Son fuertes y pueden llegar a vivir cientos de años.
¿Quién no quiere tener uno en su jardín para embellecerlo con sus ramas, símbolo de la paz? Tal vez no tengamos paciencia para poner un pequeño plantín que tardará años en desarrollarse y prefiramos trasplantar uno árbol pequeño ya crecido. En este artículo veremos cuáles es el momento idóneo y los conocimientos básicos que necesitamos saber para colocar un olivo joven en nuestra casa. A los que tienen varias decenas de vida cuesta más moverlos por su peso y tamaño, y deben ser expertos quienes se encarguen: sería una pena que un olivo centenario de tronco robusto y retorcido acabe muriendo porque no lo hayan trasplantado correctamente.
Nunca hay que mover un olivo de un sitio a otro ni en primavera ni en verano, porque es durante los meses más cálidos cuando alimentan los que serán sus futuros frutos. Lo más recomendable es escoger un día de diciembre o enero.
En primer lugar hay que preparar el terreno: debe ser un lugar con buen drenaje porque este árbol es originario de un clima con pocas precipitaciones y, si lo colocamos en un lugar propenso a encharcarse, se le pueden pudrir las raíces. Además hemos de eliminar las malas hierbas que pueda haber alrededor, en un radio de un metro alrededor de su tronco.
Antes de sacar el árbol del suelo hay que darle una buena poda porque, con el cambio de lugar, el olivo pierde parte de sus raíces y luego no podrá soportar todo el ramaje, aunque también una parte de sus hojas se caerán durante el período de adaptación al nuevo suelo.
Una vez que lo extraigamos no le quitaremos la tierra que tendrá adherida a sus raíces. De hecho, deberemos cubrirlas con un plástico o lona para que no se desprenda durante el traslado.
Los olivos pueden plantarse en zonas desniveladas, en paseos, solos en medio del jardín para lucir mejor su belleza… Son varias las posibilidades para decorar nuestro rincón verde con este centenario árbol. Lo importante es que esté en un lugar soleado y lejos del césped porque éste requiere mucha más agua para vivir.
Una vez elegida su localización hay que hacer un hoyo lo más grande posible, de 1 metro de profundidad como mínimo, y enterrar sus raíces. Es importante realizar un buen riego después del trasplante.
Es un árbol fuerte que, a pesar del traslado, sabrá reponerse. Puede soportar desde inviernos bastante fríos hasta veranos tórridos.
Fuente: http://buressa.com